La prejubilación es un tema de suma importancia para aquellas personas que se acercan a la edad de jubilación ordinaria o que no cuentan con los años de cotización necesarios. En este artículo, exploraremos los requisitos que se deben cumplir para acceder a la prejubilación en España, teniendo en cuenta la información recopilada de diferentes fuentes.
¿Qué es la prejubilación?
La prejubilación es un acuerdo entre un trabajador y su empleador que se produce en el contexto de despidos colectivos. En este acuerdo, el trabajador, que tiene una edad cercana a la jubilación ordinaria o no cumple con los años de cotización requeridos, se retira de forma anticipada de la vida laboral activa.
Después de la extinción de la relación laboral, la prejubilación implica el pacto de una compensación económica entre la empresa y el trabajador, que se abona como indemnización. Esta compensación se suma a la prestación o subsidio por desempleo, hasta que el trabajador pueda acceder a la jubilación anticipada. Es importante destacar que la prejubilación y la jubilación anticipada son dos formas de retirarse antes de la edad obligatoria de jubilación, pero no deben confundirse.
Requisitos para la prejubilación en España
Para acceder a la prejubilación en España, se deben cumplir una serie de requisitos. A continuación, detallaremos los principales aspectos a considerar:
1. Situación de desempleo
Es necesario encontrarse en situación de desempleo para poder acceder a la prejubilación. Esto implica que el trabajador debe haber sido despedido o haber finalizado su contrato laboral.
2. Edad
El trabajador debe tener 55 años o más al momento de la reestructuración laboral. Es importante tener en cuenta que la prejubilación se concibió originalmente para durar no más de 2 años, pero en la actualidad se prejubilan trabajadores cada vez más jóvenes, incluso a los 55 años o menos.
3. Jubilación anticipada
No se puede acceder a la prejubilación si se cumplen los requisitos para acceder a la jubilación anticipada en cuanto a la edad y a los años cotizados. La prejubilación es una opción para aquellos trabajadores que aún no cumplen con los requisitos de la jubilación anticipada, pero se acercan a ellos.
4. Antigüedad y años cotizados
Es necesario tener antigüedad en la empresa y contar con suficientes años cotizados en la Seguridad Social para acceder a la prejubilación. La cantidad de años cotizados puede variar en función de cada caso específico.
5. Acuerdo de prejubilación
Se debe firmar un acuerdo de prejubilación entre el trabajador y la empresa. Este acuerdo establece las condiciones y los términos de la prejubilación, así como la compensación económica que recibirá el trabajador.
6. Convenio Especial con la Seguridad Social
La empresa debe suscribir un Convenio Especial con la Seguridad Social, en el cual se compromete a hacerse cargo de las cotizaciones del trabajador prejubilado desde el cese o finalización de las prestaciones por desempleo hasta que el trabajador cumpla los requisitos para acceder a la jubilación anticipada.
Cuantía y efectos de la prejubilación
La cuantía de la prejubilación consiste en una compensación indemnizatoria que la empresa abona al trabajador. Esta compensación se considera en forma de baja incentivada y es incompatible con cualquier tipo de prestación jubilatoria.
Legalmente, por el despido corresponde una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 meses de salario. Esta indemnización puede abonarse mensualmente para mantener el nivel de ingresos hasta el momento de la jubilación.
Es importante tener en cuenta que la prejubilación puede tener efectos sobre otros beneficios y situaciones. Por ejemplo, el trabajador prejubilado se encuentra en situación de desempleo, por lo que puede acceder a subsidios y programas de apoyo para desempleados.
Además, es necesario considerar los efectos psicológicos que puede tener la prejubilación, ya que implica retirarse de manera anticipada a una edad en la que muchas personas aún se encuentran en plenitud física y mental.
Alternativas a la prejubilación
Además de la prejubilación, existen otras alternativas para aquellas personas que no cumplen con los requisitos para acceder a la jubilación anticipada o que desean seguir trabajando más allá de la edad de jubilación ordinaria. A continuación, exploraremos algunas de estas alternativas:
1. Contratos de relevo
Los contratos de relevo son una opción para aquellos trabajadores que desean reducir su jornada laboral y compartir su puesto de trabajo con un trabajador más joven. Este tipo de contrato permite la contratación de un trabajador en paralelo a la reducción de jornada del trabajador prejubilado, garantizando así la continuidad del empleo.
Es importante tener en cuenta que el contrato de relevo debe ser aprobado por la Seguridad Social y cumplir con ciertos requisitos, como el hecho de que el trabajador prejubilado tenga una antigüedad mínima en la empresa.
2. Jubilación parcial
La jubilación parcial es una opción para aquellos trabajadores que desean reducir su jornada laboral y combinarla con la percepción de una parte de la pensión de jubilación. Para acceder a la jubilación parcial, es necesario tener una determinada edad y haber cotizado un mínimo de años.
Es importante destacar que la jubilación parcial implica una reducción proporcional de la jornada laboral y de la pensión de jubilación. Además, el trabajador debe continuar cotizando durante la jubilación parcial, lo que puede suponer una reducción en sus ingresos.
3. Continuar trabajando después de la jubilación
Aunque la jubilación implica el cese de la vida laboral activa, muchas personas optan por continuar trabajando después de la edad de jubilación ordinaria. Esto puede deberse a diferentes motivos, como la necesidad económica o el deseo de mantenerse activos y participar en la vida laboral.
Es importante tener en cuenta que, en España, es posible trabajar después de la jubilación sin perder la pensión de jubilación, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos, como no superar determinados límites de ingresos.
4. Planificar la jubilación
Una alternativa a la prejubilación es la planificación de la jubilación. Esto implica realizar una planificación financiera y personal a largo plazo para garantizar un retiro seguro y cómodo. La planificación de la jubilación puede incluir el ahorro regular, la inversión en planes de pensiones, la diversificación de los ingresos y la elección de la edad de jubilación más adecuada.
Es importante contar con el asesoramiento de profesionales en materia de jubilación y tomar decisiones informadas y planificadas. La planificación de la jubilación puede ayudar a evitar situaciones de precariedad económica y garantizar un retiro digno.
Conclusiones
La prejubilación es un acuerdo entre un trabajador y su empleador que permite a aquellos que se acercan a la edad de jubilación ordinaria o que no cumplen con los requisitos para la jubilación anticipada retirarse de forma anticipada de la vida laboral activa. Para acceder a la prejubilación en España, es necesario cumplir con ciertos requisitos, como encontrarse en situación de desempleo, tener una determinada edad, no poder acceder a la jubilación anticipada, contar con antigüedad y años cotizados, firmar un acuerdo de prejubilación y que la empresa suscriba un Convenio Especial con la Seguridad Social. La cuantía de la prejubilación está sujeta a una compensación indemnizatoria y puede tener efectos tanto económicos como psicológicos.
Resumen