El finiquito es un aspecto fundamental al finalizar una relación laboral, ya sea por despido, baja voluntaria o finalización de contrato. Es importante entender cómo calcularlo y qué elementos deben incluirse en él para garantizar que se reciban todos los pagos correspondientes. En este artículo, exploraremos en detalle cómo calcular el finiquito y qué aspectos deben considerarse para asegurar un proceso adecuado.
¿Qué es un finiquito?
El finiquito es un documento que se entrega al trabajador al finalizar su relación laboral. Es una constancia que refleja los montos que el empleado está recibiendo debido a la terminación del contrato. Este documento declara que ha sido indemnizado y que no existen inconformidades entre ambas partes. El finiquito puede ir acompañado de otros documentos como la carta de despido o la notificación de preaviso, dependiendo de lo establecido en el contrato y el convenio colectivo aplicable.
¿Cómo calcular el finiquito y qué debe incluir?
Para calcular el finiquito, es necesario tener en cuenta varios elementos:
- El salario correspondiente al período trabajado y no cobrado durante el último mes. Esta cantidad se calcula dividiendo el salario bruto entre los días del mes y multiplicándolo por los días trabajados.
- Las pagas extras no cobradas o no prorrateadas, que se generan cada seis meses según el convenio colectivo. Se calcula el tiempo transcurrido desde la última vez que se devengaron.
- Las vacaciones no disfrutadas acumuladas por el trabajador, especificando los días correspondientes en ese año.
- Las horas extras trabajadas fuera del horario establecido.
- Otros conceptos acordados en el contrato o el convenio colectivo.
- En caso de despido, se puede incluir la indemnización correspondiente si el trabajador tiene derecho a ello.
Es importante tener en cuenta que el Estatuto de los Trabajadores ampara al empleado para solicitar la presencia de un representante legal al momento de firmar el finiquito. Si el empleador se niega, el trabajador puede dejar constancia de esta solicitud en el documento y utilizarlo en caso de futuras reclamaciones o acciones legales.
Las diferencias entre finiquito e indemnización
Es importante distinguir entre el finiquito y la indemnización, ya que ambos términos se refieren a la finalización de la relación laboral pero tienen significados diferentes. La indemnización es el pago al que tiene derecho el trabajador en casos de despido por causas ajenas a él, como despidos improcedentes, colectivos o por finalización de un contrato temporal.
Por otro lado, el finiquito se entrega siempre al trabajador al finalizar la relación laboral, independientemente de la razón de terminación del contrato. Este documento puede emitirse tanto por baja voluntaria como por despido, y engloba los diferentes conceptos mencionados anteriormente.
El finiquito por fin de contrato
El contrato de trabajo puede finalizar por mutuo acuerdo, por causas establecidas en el contrato o por expiración del mismo. En caso de finalización por expiración, se debe otorgar una indemnización equivalente a 12 días de salario por cada año de trabajo. Si la duración del contrato es superior a un año, la parte que denuncie la terminación debe notificar a la otra con al menos 15 días de anticipación.
Es importante tener en cuenta que estas condiciones pueden influir en el cálculo del finiquito, ya que los contratos también pueden finalizar por dimisión del trabajador, por fallecimiento, invalidez, incapacidad o jubilación del empresario. En cada caso, se deben considerar los derechos correspondientes y calcular el finiquito de acuerdo con ellos.
El finiquito por baja voluntaria y por despido
En el caso de la baja voluntaria, las causas más comunes suelen ser la falta de pago o el incumplimiento de las obligaciones por parte del empleador. Es importante destacar que si el trabajador no cumple con los días de preaviso estipulados, estos pueden ser descontados y también puede perder el derecho al subsidio de desempleo.
En cuanto al despido, el finiquito puede incluir una cantidad adicional dependiendo de la tipificación. Por ejemplo, en el caso de un despido improcedente, se suman 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 meses.
El finiquito y sus plazos
Según el Estatuto de los Trabajadores, el pago del finiquito debe realizarse puntualmente y documentalmente, sin exceder un mes. Además, se debe realizar al finalizar cada período de actividad, de acuerdo con el artículo 49 de la misma ley. Si bien no existe un plazo predefinido para el cálculo del finiquito, es fundamental que el trabajador o su representante legal estén atentos a los plazos establecidos.
En caso de renuncia, el trabajador puede establecer un plazo para que la empresa presente una oferta de pago por la cantidad adeudada. Si la finalización del contrato es iniciativa de la empresa, debe notificarse por escrito al comunicar la terminación del contrato.
¿Qué hacer si no se paga el finiquito?
Si la empresa se niega a pagar el finiquito, es importante agotar todas las vías de mediación antes de tomar medidas legales. El trabajador tiene un plazo de un año para exigir su derecho laboral desde el día en que debió realizar el pago. Además, puede solicitar un pago adicional del 10% por el retraso.
Si no se está de acuerdo con el contenido del finiquito, se puede firmar pero dejar una nota expresando la inconformidad junto con la firma. Esto permitirá reclamar la diferencia correspondiente que aún no se haya pagado.
¿Qué hacer si hay discrepancias en el finiquito?
En ocasiones, pueden surgir discrepancias entre el trabajador y el empleador en cuanto al cálculo y los conceptos incluidos en el finiquito. Ante esta situación, es importante seguir los siguientes pasos:
- Revisar detenidamente el finiquito: El trabajador debe revisar minuciosamente el documento para identificar cualquier error o concepto faltante. Es recomendable comparar los datos del finiquito con las nóminas y otros documentos relacionados con el contrato laboral.
- Comunicarse con el empleador: Si se encuentran discrepancias, es importante comunicarse con el empleador de manera clara y respetuosa para discutir los puntos en desacuerdo. Se puede solicitar una reunión o enviar una carta formal explicando las discrepancias encontradas.
- Presentar pruebas: Si el trabajador considera que hay conceptos no incluidos o mal calculados en el finiquito, es fundamental presentar pruebas documentales que respalden su reclamación. Esto puede incluir nóminas, contratos, convenios colectivos u otros documentos relacionados.
- Solicitar asesoramiento legal: En casos más complejos o si las discrepancias persisten, es recomendable buscar el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral. Un profesional legal podrá evaluar la situación, asesorar al trabajador sobre cuáles son sus derechos y opciones legales, y representarlo en caso de ser necesario.
La importancia de conservar una copia del finiquito
Es fundamental que el trabajador conserve una copia del finiquito firmado y sellado por ambas partes. Esta copia servirá como prueba en caso de futuras disputas o reclamaciones. Además, se recomienda guardar otros documentos relacionados con la relación laboral, como nóminas, contratos, comunicaciones escritas, entre otros.
La copia del finiquito también es necesaria para realizar trámites administrativos y legales, como solicitar el subsidio de desempleo, realizar una declaración de la renta o en caso de requerirlo en un futuro empleo.
¿Qué sucede si el empleador no entrega el finiquito?
Es importante destacar que el empleador está obligado a entregar el finiquito al trabajador al finalizar la relación laboral. En caso de que el empleador se niegue a hacerlo, el trabajador tiene varias opciones:
- Notificar por escrito: El trabajador puede enviar una carta o correo electrónico al empleador solicitando formalmente la entrega del finiquito. Es fundamental mantener una copia de esta comunicación para futuras referencias.
- Acudir a mediación: Si el empleador continúa negándose a entregar el finiquito, el trabajador puede acudir a un servicio de mediación laboral para intentar resolver el conflicto de manera amistosa y llegar a un acuerdo.
- Presentar una denuncia: Si ninguna de las opciones anteriores tiene éxito, el trabajador puede presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Esta entidad se encargará de investigar el caso y tomar las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales del trabajador.
- Solicitar asesoramiento legal: En situaciones más complejas o si el empleador persiste en la negativa de entregar el finiquito, es recomendable buscar el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral. Un abogado podrá guiar al trabajador en el proceso legal y representarlo en caso de ser necesario.
En resumen, en caso de discrepancias en el finiquito, es importante seguir los pasos adecuados para resolver el conflicto de manera justa y equitativa. Conservar una copia del finiquito y otros documentos relacionados es esencial para respaldar las reclamaciones del trabajador en caso de disputas futuras. Si el empleador se niega a entregar el finiquito, el trabajador tiene opciones legales para exigir sus derechos laborales y buscar una solución satisfactoria.
Resumen